Muchas personas piensan que la cicatriz en el labio, la deformidad nasal o dental es la principal secuela del niño tratado que nació con una fisura labiopalatina. Se equivocan. La principal secuela es la insuficiencia velofaringea con el escape nasal al hablar. La voz nasal.
Supone para el paciente un problema de comunicación con su entorno que muchas veces le avergüenza. Los pacientes mayores que tenían insuficiencia velofaringea y además una fistula palatina, han escogido siempre tratar primero su problema del habla. La sensación de aislamiento que les provoca se acentúa en la adolescencia.
Este año hemos tratado 3 casos de IVF mediante faringoplastia con colgajo de base superior en 2 chicas y un chico adolescentes.
Su mejoría en la voz, pequeña al principio ha sido una gran alegría para ellos. Les hemos recomendado un esfuerzo logopédico y una visita de control el próximo año.