El frenillo lingual tiene un papel muy importante en dos funciones vitales del niño: la alimentación y el habla. Un frenillo lingual corto dificulta la movilidad lingual y puede dar problemas en la alimentación, es especial en la lactancia materna.
Para una correcta succión es necesario exprimir el pezón entre lengua y paladar. Una causa frecuente de grietas o lactancia dolorosa es un frenillo corto. Durante los primeros meses de vida el frenillo es fino y poco vascularizado. Su sección puede realizarse en la consulta.
Por encima de los seis meses no siempre es posible y necesitamos coagulación, sedación y quirófano. Los problemas de pronunciación por frenillo corto no se detectan hasta los dos o tres años. En muchas ocasiones es el logopeda. Su sección en quirófano y la reeducación logopédica normalizan la dicción.
El frenillo labial hipertrófico no provoca problemas funcionales pero si puede ocasionar diastema o separación de los incisivos superiores. En algunos casos seleccionados por nosotros o el ortodoncista realizamos una desinserción palatina y plastia de alargamiento, en general por encima de los 6 años, edad del recambio dental incisivo.
Las glándulas salivares también pueden provocar patología en el niño. El mucocele es la más frecuente y se presenta como una vesícula en la cara interior del labio.
También la erupción dental peude ser anómala y tratamos dientes natales , supernumerarios, etc.